Es un territorio que nos inicia a descubrir la grandeza de lo sencillo que supo guardar tesoros centenarios. Es un espacio de experiencias.
Lugar sagrado donde confluyen los caminos y parajes del Camino Benedictino, enclavada en un otero solitario y estratégicamente posicionada en un entorno minero desde el cual se divisa Campo Andévalo y Cabeza Andévalo.
Son de difícil olvido, así como experiencias compartidas que van a hacernos disfrutar en todas las estaciones del año. Su clima soleado y la relación sana con el medioambiente hará que tus pasos y sentidos recobren vida en cada pueblo disfrutado.
Vídeo realizado por: JONATHAN FERNÁNDEZ PÉREZ.